Con la llave que hemos encontrado, hemos probado a abrir el candado pero no ha habido suerte así que hemos leído la nueva pista que nos decía que debíamos ir a la clase de la seño María.
Al llegar allí la seño María nos ha entregado dos cuencos de arena del desierto, dentro de los cuencos había diferentes números y cada equipo debía ordenar estos números para formar una serie distinta.
Deja un comentario